Tarda entre 5 a 15 años en manifestarse a través de retinopatía diabética o edema

De acuerdo a diversos estudios científicos, se estima que el 30% de pacientes diabéticos desarrollan complicaciones visuales asociadas con esta dolencia, y sin un control médico adecuado pueden perder la visión. La diabetes aumenta el riesgo de padecer retinopatía, edema macular, glaucoma, cataratas y otros problemas oculares.

Próximos a conmemorar el Día Internacional de la Diabetes, el Dr. Nahum Cirineo, oftalmólogo de la Clínica Ñahui, advirtió que estas complicaciones visuales repercuten negativamente en las actividades diarias o domésticas del paciente diabético, que presenta problemas para leer, escribir, mirar televisión, subir o bajar escaleras e incluso distinguir rostros.

Indicó que esta enfermedad tarda entre 5 a 15 años en manifestarse, reduciendo las capacidades visuales, e incluso privándonos de la visión. “Los diabéticos tienen una alta probabilidad de desarrollar algún grado de retinopatía”, dijo Cirineo Moscoso.

En este sentido, sostuvo que la retinopatía diabética es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo. Se caracteriza por una pérdida paulatina de la visión, debido al deterioro causado en los vasos sanguíneos de la retina, que se origina por los altos niveles de glucosa o diabetes.

“Los síntomas están vinculados con visión borrosa, pérdida gradual de la visión, observar manchas y sombras, así como dificultad para ver de noche”, mencionó.

Asimismo, el especialista señaló que las revisiones médicas periódicas evitan que avance y se presenten complicaciones como la formación del edema macular,  que es causado por coágulos en el interior del ojo, haciendo que el paciente perciba los objetos distorsionados.

Por este motivo, resaltó que es muy importante que todo paciente diabético al momento de su diagnóstico acuda al oftalmólogo para determinar si su visión está siendo afectada con una retinopatía diabética u otra dolencia visual.

Cirineo Moscoso recomendó a las personas diabéticas consumir una dieta balanceada, realizar ejercicios, evitar el cigarrillo y alcohol, así como examinar regularmente el nivel de azúcar en la sangre.