Si ve destellos de luz brillante en sus ojos, moscas volantes, tiene visión borrosa o distingue sombras, tenga cuidado. Estos síntomas pueden deberse a un desprendimiento de retina, que es la capa más interna del ojo, situada en la parte posterior, cuya función es captar las imágenes.
Estas manifestaciones se presentan cuando la retina se separa o se desprende de la pared del globo ocular, y puede ser provocada por una rotura o desgarro en la retina, frecuentemente asociada a cambios en la gelatina que llena el interior del ojo (vítreo). Ciertas condiciones como la miopía o traumatismo pueden facilitar la aparición del desprendimiento de la retina.
El paciente puede notar una mancha negra en el campo de visión que se incrementa de tamaño a medida que transcurre el tiempo o la visión disminuye. Si el desprendimiento de la retina no se trata a tiempo, esto puede llevar a la pérdida total de la visión e incluso del ojo. Es por eso por lo que el paciente debe acudir de urgencia al oftalmólogo, quien le realizará un examen de fondo de ojo con dilatación de la pupila.
Mientras más temprano se trata, mayor oportunidad tiene el paciente de recuperar la visión que se ha disminuido. Ya que mientras la retina se encuentra desprendida no recibe nutrientes, ni oxígeno que son vitales para su buen funcionamiento.
El tratamiento que se aplica en un desprendimiento de la retina es quirúrgico, y cuando es oportuno, el pronóstico de éxito anatómico (replicación de la retina) es de alrededor del 85%, mientras que en el 15% restante el paciente puede necesitar de dos o más intervenciones.
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